Aunque estos últimos compases de diciembre sean un mero punto y seguido en el curso, es tiempo de balances anuales y de autoexamen. Así, desde la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) celebramos, sin perder la prudencia, que 2023 ha sido un año de continuidad en la consolidación de nuestra estabilidad y de nuestro crecimiento como región, gracias a nuestro dinamismo empresarial. Y ello a pesar de la incertidumbre internacional por los conflictos bélicos activos y de la inestabilidad sociopolítica en España. Por eso, ahondar en la seguridad jurídica para alentar la inversión y la confianza será, una vez más, uno de los propósitos de Año Nuevo en los que habrán de aplicarse las diferentes administraciones.
A nuestro juicio, uno de los principales logros con los que nuestra Comunidad despide 2023 es el Pacto Social y Económico por el Impulso de Andalucía, firmado en marzo con la Junta y los sindicatos CCOO y UGT. Este acuerdo de Diálogo Social, que está articulando buena parte de nuestra agenda por las 17 mesas de trabajo constituidas, nos ha dotado de un marco de actuaciones ambicioso. Comprende desde el compromiso contra la siniestralidad laboral hasta, por ejemplo, el impulso al hidrógeno verde en la economía. Y, en un aspecto fundamental como es su impacto directo y tangible en el tejido productivo, también podemos apreciar sus primeros resultados; los vemos en la línea de ayudas a pymes y autónomos andaluces para mitigar el sobrecoste energético en 2022, entre otras medidas.
Desde CEA valoramos positivamente que en la región se siga abonando un clima favorable a la actividad empresarial. Tal es el resultado de la colaboración entre empresas y Administración para crecer en simplificación administrativa y en la generación de un marco regulatorio que aliente el desarrollo de proyectos. Es así como Andalucía revela todo su atractivo para competir con el resto de Autonomías en la captación de inversiones.
De otro lado, este 2023 que expira nos deja el segundo mejor registro de la historia en exportaciones: 31.747 millones de euros, entre enero y octubre. Sin duda, una de nuestras mayores bazas es este músculo exportador, que evidencia el afianzamiento de la marca Andalucía en el exterior.
No obstante, e insistiendo en la prudencia a la que desde CEA apelamos, este 2024 en ciernes trae consigo desafíos estratégicos para el progreso. El plan de choque contra el déficit hídrico, largamente reclamado por nuestra organización, es más urgente que nunca. La sequía es ya un problema estructural y tememos su efecto dominó en todos los sectores de actividad, desde la Agricultura a la Industria, pasando por el Turismo.
Así, impedir que la sequía dañe el empleo andaluz será una de tareas claves del nuevo año, en el que CEA está llamada a seguir contribuyendo en los proyectos de leyes sectoriales. Será imprescindible la visión de los empresarios andaluces en el ámbito del Turismo –hacemos un balance satisfactorio de las acciones de ‘cogobernanza’ con la Consejería–; en los Espacios Productivos (polígonos industriales); en la futura Ley de Gestión Integrada de Calidad Ambiental (GICA); Montes (LEMA) o Vivienda.
Lamentablemente, en 2024 habrá que seguir reclamando el impulso de las infraestructuras en general y, en concreto, de los corredores ferroviarios, así como la corrección de las disfuncionalidades del Sistema de Financiación Autonómica (SFA), cuyo modelo actual es injusto para Andalucía. CEA estará también volcada en el diseño de un modelo de Formación Profesional (FP) que ayude a responder al déficit de profesionales cualificados en las empresas andaluzas, para las que ha de cobrar un mayor peso la FP Dual así como la Inteligencia Artificial.
Con agradecimiento y admiración por su esfuerzo cotidiano, las 545.000 empresas andaluzas –el 16% del total de España–, seguirán siendo nuestra razón de ser en el año que arranca. Desde CEA, reafirmamos nuestro compromiso con su defensa que es, en definitiva, la de quienes crean y garantizan el empleo en nuestra tierra.
Fuente: Diario SUR
